Derecho a guardar silencio
Un día Susana y yo dejamos de hablarnos. Quiero decir con esto –supongo que ya me habrán entendido, pero yo se lo explico con gusto- que llegó un día en que Susana y yo nos limitamos a intercambiar entre nosotros mensajes emocionalmente asépticos, tales como “¿Me pasas la margarina?” o “mientras esa zorra siliconada presente …